¿Cómo cuidar la piel cuando se tiene cáncer?

Los tratamientos contra el cáncer pueden provocar cambios en la piel y las uñas. Aunque los problemas cutáneos causados por la radioterapia y la quimioterapia suelen ser leves, pueden ser molestos y afectar a la calidad de vida de los pacientes1,2. Pero, ¿qué son la quimioterapia y la radioterapia? ¿Cuáles son los efectos secundarios de estos tratamientos en la piel? ¿Y cómo cuidar la piel para limitar su aparición?

El 50 %

de los pacientes con cáncer se tratan con radioterapia

El 95 %

de los pacientes tratados con radioterapia pueden desarrollar eritema cutáneo

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Contenido

¿Qué es la quimioterapia? 

La quimioterapia es un tratamiento farmacológico cuyo objetivo es detener el crecimiento de las células cancerosas. Actúa matando estas células o impidiendo que se multipliquen3.

La quimioterapia puede administrarse por vía oral, mediante inyección o infusión, o sobre la piel, en función del protocolo elegido para el tipo y el estadio del cáncer que se esté tratando. Puede combinarse con otras terapias como la cirugía, la radioterapia o la terapia biológica3. La quimioterapia no debe confundirse con otros tratamientos oncológicos, como la terapia dirigida, la terapia hormonal o la inmunoterapia4. ​

La quimioterapia actúa con el ciclo celular. De hecho, cada vez que una nueva célula se divide para formar dos células funcionales, pasa por un proceso que implica una serie de fases: el ciclo celular. Las quimioterapias se dirigen a las células en distintas fases del ciclo celular. ​

Las células cancerosas tienden a dividirse para formar células nuevas con mayor rapidez que las sanas, lo que las convierte en el objetivo principal de la quimioterapia. Por desgracia, los fármacos quimioterapéuticos no distinguen entre células normales y cancerosas. Por lo tanto, las células sanas resultan dañadas junto con las cancerosas, lo que provoca efectos secundarios4. ​

¿Qué es la radioterapia? 

La radioterapia es un tratamiento que utiliza radiación radiactiva para destruir las células cancerosas. Actúa impidiendo que las células cancerosas se multipliquen5. Es un tratamiento locorregional del cáncer, es decir, solo actúa en una zona limitada del cuerpo6. Más de uno de cada dos pacientes tratados por cáncer recibe radioterapia en alguna fase de su tratamiento5. ​

Existen varios tipos de radioterapia5: ​

  • Radioterapia externa: los rayos se dirigen a la zona del cuerpo que se va a tratar. Los rayos penetran en la piel para alcanzar las células cancerosas. ​
  • Braquiterapia: en la que la fuente radiactiva está directamente en contacto con la zona afectada.
  • Radioterapia metabólica: los elementos radiactivos se ingieren por vía oral o se administran por vía intravenosa.

Al irradiar un tumor, es imposible no irradiar, aunque sea parcialmente, el tejido circundante y, por tanto, dañar las células no cancerosas. Esto también se aplica a la radioterapia externa, en la que la radiación atraviesa tejidos sanos como la piel7. ​

¿Cuáles son los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos?

¿Cuáles son los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos?

La quimioterapia y la radioterapia tienen muchos efectos secundarios debido a la falta de especificidad de las células alcanzadas por estos tratamientos. De hecho, se dirigen a las células sanas casi tanto como a las cancerosas.

El impacto de la quimioterapia en la piel

La piel no se libra y ciertas quimioterapias pueden provocar cambios temporales en la piel8: sequedad, decoloración, fotosensibilidad, es decir, aumento de la sensibilidad a la luz y, en particular, a los rayos solares, enrojecimiento, dolor, picor

La quimioterapia también puede provocar que las uñas se vuelvan quebradizas o escamosas, se agrieten y las cutículas se vuelvan dolorosas1,8.

El impacto de la radioterapia en la piel

El impacto de la radioterapia en la piel

La radioterapia puede provocar sequedad y descamación de la piel (es decir, la piel se pela) en la parte del cuerpo que recibe la radiación. ​
Esto puede ir asociado al prurito (picor) y enrojecimiento de la zona. 
La piel parece muy quemada por el sol, pero también puede estar hinchada o abultada1. Esto se conoce como radiodermatitis o dermatitis por radiación. Estos síntomas suelen aparecer una o dos semanas después de iniciar el tratamiento9. Se estima que el 95 % de los pacientes que reciben radioterapia desarrollarán algún tipo de radiodermatitis, incluyendo eritema (enrojecimiento) o descamación de la piel10.

Existen dos tipos de radiodermatitis¹¹:

Existen dos tipos de radiodermatitis¹¹:

  • Aguda: las lesiones cutáneas están causadas por la radiación y aparecen en los 90 días siguientes al inicio del tratamiento. Puede durar más de cuatro semanas.
  • Crónica: las lesiones aparecen al cabo de 90 días. Pueden aparecer varios meses o incluso años después de finalizar la radioterapia. Fibrosis (endurecimiento y pérdida de elasticidad)12, telangiectasias, que son capilares sanguíneos dilatados13, atrofia cutánea, aspecto de «piel de naranja», anhidrosis, ausencia de transpiración14 y sequedad cutánea.

¿Cómo se cuida la piel cuando se recibe quimioterapia o radioterapia? 

La mayoría de las veces, la prevención es la mejor manera de controlar los problemas cutáneos2 relacionados con los tratamientos de quimioterapia y/o radioterapia. ​

Unos sencillos pasos y el cuidado diario de la piel minimizarán los efectos secundarios en la piel inducidos por la quimioterapia y la aparición de radiodermitis15

  • Evitar los productos irritantes para la piel. Esto incluye los productos limpiadores que contengan jabón y todos los productos perfumados2
  • Secar suavemente la piel con una toalla en lugar de frotarla
  • Utilizar, al menos, dos veces al día y en los 15 minutos siguientes a la ducha, un emoliente formulado específicamente para hidratar la piel de forma adecuada y duradera2. El emoliente debe aplicarse un tiempo antes o después de las sesiones de radioterapia (al menos cuatro horas antes) 
  • Llevar ropa holgada hecha con tejidos suaves como el algodón suave, y evitar la lana áspera o las fibras sintéticas. ​
  • No afeitar ni depilar las zonas afectadas de la piel hasta que se hayan curado. Utilizar una maquinilla eléctrica si es necesario
  • Proteger la piel del sol aplicando protección solar SPF 50+ y utilizando un sombrero de ala ancha, ropa protectora y gafas de sol, e intentando permanecer a la sombra. Evitar salir entre las 12:00 y las 16:00, cuando el sol está en su punto más alto
  • Evitar las piscinas con cloro ya que el agua puede agravar las alteraciones cutáneas
  • En caso de picor, evitar rascarse en la medida de lo posible 

En caso de duda, es importante consultar al oncólogo o al médico de cabecera lo antes posible. 

DEXERYL puede ayudarte durante un tratamiento 

La prevención es importante para evitar afecciones cutáneas relacionadas con la quimioterapia y/o la radioterapia2. Esto implica la nutrición e hidratación diarias de la piel y una higiene adecuada2

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