Eccema y urticaria: Identificarlos y manejarlos con éxito

Descubre las diferencias entre eccema y urticaria, incluidos sus síntomas, tratamientos y consejos para un mejor manejo cotidiano.

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Contenido

¿Cuáles son las diferencias entre el eccema y la urticaria?¹ ²

Aunque el eccema y la urticaria son afecciones cutáneas comunes que provocan comezón y rojeces, sus causas, la evolución de los síntomas y las estrategias de tratamiento difieren de forma notable. 
Entender estas diferencias es crucial para un diagnóstico y un tratamiento precisos. 
El eccema es una afección cutánea inflamatoria habitualmente crónica caracterizada por una comezón intensa. Suele tener relación con la genética, los desencadenantes ambientales y los factores inmunitarios. El tipo más frecuente, la dermatitis atópica, se observa sobre todo en bebés y niños. 

La urticaria, en cambio, se presenta en forma de marcas rojas e hinchadas (edema) que pueden aparecer y desaparecer rápidamente en varias zonas del cuerpo. Las causas van desde reacciones alérgicas e infecciones hasta desencadenantes físicos como la presión o el calor. 
El manejo de la urticaria se centra básicamente en aliviar los síntomas inmediatos, especialmente con antihistamínicos, y evitar futuros desencadenantes. Sin embargo, el manejo del eccema requiere una estrategia a más largo plazo que incluya la hidratación regular de la piel y la prevención de brotes.

 

¿Qué es la urticaria, y qué la desencadena?¹

Características de la urticaria

Los brotes de marcas rojas o rosadas caracterizan la urticaria, similares al efecto de una picadura de ortiga. Acompañadas de comezón, estas marcas se deben a la inflamación cutánea y suelen diseminarse. Normalmente, desaparecen en 48 horas. 
A veces, a la urticaria se suma el angioedema, que afecta a las mucosas, sobre todo del rostro. Aunque suele ser algo inofensivo, ocasionalmente puede derivar en problemas respiratorios graves, lo que se denomina edema de Quincke. Esta afección requiere atención médica inmediata.

La urticaria se clasifica en dos categorías:
 - La urticaria aguda se caracteriza por la aparición de un brote aislado que dura de horas a días y puede repetirse en diferentes zonas, y no suele ser alérgica. 
- La urticaria crónica se caracteriza por la presencia de brotes persistentes o recurrentes por al menos 6 semanas. Es una inflamación cutánea no alérgica, que sensibiliza los mastocitos de la piel ante diversos estímulos no alérgicos. Puede cursar con dolor abdominal, molestias articulares y fiebre. El curso de la urticaria crónica puede durar meses o años.

Un mecanismo diferente al del eccema

La urticaria es el resultado de una reacción compleja en que intervienen mastocitos, unas células clave del sistema inmunitario de la piel y las mucosas. Estas células contienen una molécula inflamatoria: la histamina
Cuando los mastocitos se activan, liberan histamina, que provoca una dilatación de los vasos sanguíneos y un aumento de la permeabilidad. Esta reacción provoca la infiltración de líquido y células en los tejidos circundantes, con el consiguiente edema. Este mecanismo está en la raíz de las manchas de urticaria.

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Identificación de la urticaria¹

El diagnóstico de la urticaria viene determinado por la aparición repentina de pápulas o placas en relieve, rojas o del tono de la piel, a menudo con comezón intensa. Estas marcas varían de tamaño y pueden fusionarse para formar manchas más grandes. 
Un rasgo distintivo de la urticaria es la naturaleza efímera de las lesiones, que desaparecen y reaparecen en cuestión de horas. Al presionar estas marcas, suelen volverse blancas. A diferencia de otras erupciones cutáneas, la urticaria no suele dejar una marca duradera en la piel. 
Si la urticaria viene acompañada de dificultades respiratorias, hinchazón facial o de garganta, u otros síntomas críticos, busca ayuda médica inmediata. Podrían indicar una reacción alérgica grave, como el edema de Quincke o el shock anafiláctico.

Confirmación del eccema²

El diagnóstico del eccema incluye el reconocimiento de síntomas como comezón persistente, piel seca, zonas rojas, supuración, descamación y costras. En adolescentes, el eccema afecta básicamente al rostro, el cuello y las zonas externas de codos y rodillas. En adultos, las lesiones de eccema se vuelven más gruesas y secas debido a la liquenificación, especialmente en las manos
Los síntomas varían entre los periodos de brotes y remisiones, a menudo acompañados de antecedentes familiares de alergias.

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¿Qué puede producir urticaria?¹

He aquí algunos de los desencadenantes más frecuentes de la urticaria:

Urticaria no alérgica

Es la forma más frecuente de urticaria.

Medicamentos

Medicamentos

La urticaria no alérgica suele ser una respuesta directa de los mastocitos de la piel a medicamentos como antibióticos (penicilina), AINE (aspirina) y terapias hormonales.

Alimentación

Alimentación

Los alimentos que contienen aminas biógenas o histamina (por ejemplo, quesos fermentados, productos enlatados, chucrut, tomates, pescado, fresas, colorantes alimentarios, conservantes, sulfitos) pueden provocar una urticaria alimentaria no alérgica.

Urticaria de contacto

La urticaria de contacto, que no debe confundirse con el eccema de contacto, puede estar causada por ciertas plantas (ortigas), productos limpiadores o animales (medusas).

 

Enfermedades

Enfermedades

Afecciones como las infecciones de otorrinolaringología, las enfermedades autoinmunes y las parasitosis pueden desencadenar episodios de urticaria.

Factores físicos

Factores físicos

La exposición a elementos como roce (dermografismo), frío, sol, calor, agua, presión o vibraciones puede iniciar una urticaria física.

Estrés

Estrés

Igual que con el eccema, el estrés puede provocar o exacerbar la urticaria. Entender estos desencadenantes es esencial para la prevención de la urticaria.

Urticaria alérgica

Aunque rara, la urticaria alérgica es severa, producto de la activación generalizada de los mastocitos por un alérgeno. Los desencadenantes habituales son: picaduras de insectos, cacahuates, mariscos, látex y ciertos medicamentos. Los síntomas que acompañan esta afección pueden consistir en ataques de asma, vómitos, molestias abdominales y presión arterial baja. El shock anafiláctico, la forma más severa, supone un riesgo para la vida y requiere atención urgente.

¿Cuáles son los tratamientos de la urticaria y el eccema?

El eccema y la urticaria son dos afecciones cutáneas distintas que requieren tratamientos específicos.

Tratamientos de la urticaria³

Tratamientos de la urticaria³

Los antihistamínicos son la piedra angular del tratamiento la urticaria. Ayudan a reducir la comezón y la inflamación al bloquear la acción de la histamina.
El tratamiento del shock anafiláctico se basa en la adrenalina.
Evitar los desencadenantes conocidos, como manejar el eccema de contacto, es vital para la prevención de la urticaria. Para ello es necesario evitar ciertos alimentos, medicamentos y agentes irritantes de contacto. Las medidas de manejo del estrés y control de otros factores agravantes también son beneficiosas.

Tratamientos del eccema²

Tratamientos del eccema²

El tratamiento del eccema depende del tipo de dermatitis. Entre las principales medidas destaca seguir una rutina de hidratación de la piel con cremas emolientes o pomadas, usar corticosteroides para el control de los brotes y evitar los desencadenantes. 
En casos más severos, algunos tratamientos excepcionales pueden ayudar a controlar los síntomas del eccema.

References  

1. L’Assurance Maladie. Urticaire : symptômes et causes. Ameli.fr. 2023 Oct. [Disponible sur :] https://www.ameli.fr/assure/sante/themes/urticaire/reconnaitre-urticaire 
2. Nemeth V, Evans J. Eczema. In: StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2023 Jan. [Disponible sur :] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK538209/ 
3. L’Assurance Maladie. Le diagnostic et le traitement en cas d’urticaire. Ameli.fr. 2023 May. [Disponible sur :] 
https://www.ameli.fr/assure/sante/themes/urticaire/diagnostic-traitement 
 

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